Fernando Morales
Sin posibilidad de conciliación obligatoria, los gremios marítimos y fluviales dispusieron la medida de fuerza al fracasar la negociación paritaria
El paro durará 48 horas
Aproximadamente una docena de gremios conforman el arco sindical que representa a las actividades marítimas, fluviales y portuarias. Son los que tutelan sindicalmente al personal embarcado en las distintas naves de carga y pasajeros, tanto fluviales como de ultramar. También los que representan a los trabajadores de la industria naval y de los puertos. Se agrupan en la FEMPyNRA (Federación Marítima y Portuaria y Naval de la República Argentina). Su líder es nada más ni nada menos que Juan Carlos Sdmith, titular del sindicato de “Dragado y Balizamiento” que representa al personal marítimo que mantiene la profundidad de los canales de acceso a todos los puertos de país. Un grupo de estas entidades sindicales protagonizarán este fin de semana una dura medida de fuerza.
La diáspora de gremios del sector también está comprendida por el hoy intervenido SOMU, entidad que si bien en lo formal no adhiere a la medida en virtud precisamente de su estado de “gremio intervenido” en la práctica y de boca de sus ex directivos, ha expresado su adhesión total a la medida. Tampoco adhiere el ultra kirchnerista Centro de Capitanes de Ultramar, también bajo la mira judicial por sus actividades empresarias y cuyos dirigentes prefieren hacer “buena letra” por saberse en la mira de la justicia.
Representantes del SOMU cortaron la intersección de 9 de Julio y San Juan
Si bien varios de los gremios marítimos se vienen mostrando “amigables” con la gestión de Cambiemos, durante los últimos meses varias han sido las “escaramuzas” intercambiadas entre representantes del gobierno y sindicalistas por cuestiones tan variadas como fijación de políticas concretas para el sector, necesidad de sancionar las leyes de marina mercante e industria naval, sanción de un nuevo régimen de formación para marinos (a tono con las exigencias a nivel mundial en la materia) y, como no podría ser de otra manera, la cuestión salarial y la alta afectación que en esta actividad tiene el impuesto a las ganancias de la cuarta categoría.
El mes pasado la nula posibilidad de acercamiento entre el sector armatorial (propietarios de los buques) y los trabajadores llevó a estos últimos a dictar una medida de fuerza por 24 horas, que fue levantada de manera insólita mediante el envío de un email por parte del Ministerio de Trabajo a uno de los dirigentes gremiales en paro con el pedido que sea este quien lo reenvíe a sus “compañeros de lucha”. Aunque muchos cuestionaron el procedimiento empleado, la medida fue acatada y la cosa no pasó a mayores.
Treinta días después las negociaciones siguen empantanadas y los gremios acaban de decretar un cese total de actividades por 48 horas a partir de las 6 horas del sábado. Esta vez no habrá email que valga ya que la instancia de la conciliación está agotada. La medida implica la paralización lisa y llana del comercio exterior de la Nación por dos días (el movimiento portuario no reconoce sábados ni feriados). Si bien el grueso del transporte de cargas se realiza en la actualidad en buques de banderas extranjeras, los gremios manejan el estratégico tema del “Remolque”, es decir, tripulan los barquitos de puerto que sirven para que las grandes naves mercantes puedan atracar o zarpar de los muelles. Sin remolcadores no hay posibilidad de se mueva un sólo buque en los puertos.
Horacio Domínguez, uno de los líderes gremiales del sector marítimo, aclara a Infobae “la medida no afectará el suministro de combustible a las usinas termoeléctricas ya que la idea es no poner en riesgo el funcionamiento de las mismas, tampoco se afectará la operación de los buques regasificadores que inyectan gas a la red domiciliaria”. La excepción lleva tranquilidad a las autoridades que ven en la falta de suministro eléctrico un verdadero talón de Aquiles.
De la misma forma, Domínguez indica que “nos encontramos con algunos sectores empresarios que tienen buena predisposición para cerrar un número acorde o cercano a lo que pedimos, pero luego existen otros sectores que no solo no quieren otorgar un aumento razonable sino que además proponen reducir las condiciones generales de trabajo que son tradicionales en el sector, como por ejemplo el régimen de francos compensatorios”.
Tanto patrones como empleados coinciden en que esta actividad (de carácter internacional) tiene a nivel local algunas particularidades que la dejan fuera de escala a nivel mundial. No solo por la existencia de poderosos holdings navieros con los que es imposible competir, sino que además en el plano regional las cargas impositivas y previsionales son excesivamente superiores a la de los países vecinos. “Al buque argentino se le cobra el IVA para cargar combustible, mientras que otro buque con bandera paraguaya que compite con nosotros, el estado argentino se lo condona”, expresa el presidente de la principal cámara empresaria del país.
Si bien no forma parte de los motivos que llevan a los marinos a cesar sus tareas este fin de semana, el tema del impuesto a las ganancias es crucial para el sector, ya que siempre las remuneraciones de la actividad están por encima de los topes de exención que se fijan.
En síntesis, quedan totalmente paralizados el transporte de mercaderías sólidas, gráneles y líquidas desde y hacia los puertos del país que realizan buques nacionales y la asistencia para entrar o salir de puerto a todo tipo de buques en todo el litoral marítimo y fluvial nacional. El hecho constituye una enorme luz amarilla para la gestión de Guillermo Dietrich como Ministro de Transporte y al que el sector le viene reclamando urgentes medidas.
FUENTE: INFOBAE