En un contexto crecientemente hostil por la crisis de Brasil, el nuevo gobierno deberá enfrentar apenas asuma las consecuencias del fallo de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que redujo al mínimo la posibilidad de usar las declaraciones juradas anticipadas (DJAI).
Aunque el equipo económico trabaja con los diferentes sectores para mitigar el efecto de esta decisión que limitará esta herramienta que permitía trabar la entrada de importaciones en forma discrecional, la devaluación del real cambió el escenario. En un balance comercial ya deteriorado por la inflación, ahora los analistas prevén más importaciones y menos exportaciones por el derrumbe de la moneda del gigante sudamericano.
El presidente de la cámara argentina de importadores, Diego Pérez Santisteban, dijo a LA NACION que “si el nuevo gobierno viene de la oposición la respuesta será más fácil, porque ellos están pensando en cumplir con las normativas de la OMC, pero inclusive si es Scioli, creo que si gana deberá hacerlo”.
Además, indicó que es posible cambiar sin que el panorama sea traumático, porque “el desarreglo actual de la macroeconomía influye; no es lo mismo que haya DJAI con un dólar atrasado que con otro valor; o con dólares en la economía que sin dólares”. Al respecto, sostuvo que “si se reacomodara la macro, mejorará el comercio exterior, que en los últimos cuatro años perdió US$ 20.000 millones; por lo tanto hay un espacio de recuperación importante”.
Tanto este dirigente empresarial como el presidente de la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA), Enrique Mantilla, consideraron que los sectores protegidos durante los últimos años deben gozar de una “transición” para sobrevivir.
Mantilla también subrayó que “las DJAI son parte de un problema más grande, porque la Argentina tiene un déficit fiscal de 7% y ése es el verdadero problema que tiene el país”. Se necesita, opinó, “un plan integral para normalizar las relaciones financieras, y bajar la inflación, porque el panorama para las exportaciones es mediocre”. Según el presidente de la CERA, “si se toman estas medidas, recién en 2017 se verán los resultados, pero habrá que asegurarse de que sean sostenibles”.
Para Carlos Melconian, asesor del candidato Mauricio Macri, “las DJAI son parte de un problema, una restricción al crecimiento, no una solución si uno piensa en un modelo consistente”. El economista dijo a LA NACION que la corrección de la macro permitirá cambiar toda la dinámica del comercio exterior, ya que “en el segundo mandato de la presidenta Cristina Kirchner las exportaciones cayeron 28% y menos de la mitad de esa caída fue por precios; una parte lo explica Brasil, pero el resto lo explica la restricción a las importaciones y la inflación, que atrasó el tipo de cambio”.
En tanto, el director de la consultora Abeceb, Dante Sica, aclaró que “algo de discrecionalidad seguirá habiendo porque el fallo de la OMC no elimina del todo las DJAI, pero las acota en forma importante, por lo que no se podrá frenar demasiado a las importaciones”. Según el ex secretario de Industria, “la clave para tener una transición exitosa hacia un nuevo esquema es lograr un acuerdo con los holdouts, porque las exportaciones de este año aportarán US$ 64.000 millones y eso no alcanza para las necesidades financieras del Estado”. Marcelo Elizondo, director de la consultora DNI, afirmó que “el nuevo gobierno deberá abandonar las restricciones indiscriminadas e ilegales al comercio internacional que se aplicaron y respetar los contratos entre empresas que necesiten, deseen o decidan importar”. De inmediato aclaró que “eso no es necesariamente malo, ya que los límites a las importaciones han afectado el nivel de actividad de la economía argentina, que importa 80% del total de lo que compra desde el exterior en bienes necesarios para la producción”. Justamente, el comienzo de la aplicación de las DJAI “coincide” con el mayor freno a la actividad económica.
Por otro lado, agregó, “es bueno que desaparezca la práctica ilegal en este rubro porque generó retaliaciones que impiden exportaciones” (biodiésel en Europa, por ejemplo). Los límites además impidieron “decisiones de inversión y de desarrollos comerciales que fueron diferidas. Eso podrá corregirse”, agregó.
Esto no significa, según el ex presidente de la Fundación Export-Ar, que “no se pueda proteger algún sector” desde enero próximo.
El fallo de la OMC que cambia el escenario
Decisión irrevocable
Por una demanda de varios países en la OMC, a fin de año la Argentina ya no podrá usar en forma discrecional las DJAI. El Gobierno trabaja con la industria para minimizar el daño del cambio
Atraso cambiario
A esto se suma el problema de competitividad local y la devaluación del real, que suma presión a una balanza comercial cada vez menos superavitaria
FUENTE: LA NACIÓN