El secretario de la Cámara de Importadores de la Argentina (CIRA), Rubén García, admitió hoy que el sector tiene un tipo de cambio “beneficioso” pero alertó sobre la “falta de previsibilidad por las trabas impuestas a la actividad” y las demoras del Banco Central en habilitar los dólares.
“El atraso cambiario favorece al importador y perjudica al exportador, porque no tiene un dólar competitivo. Es por eso que decimos que el tipo de cambio actual, el oficial, es beneficioso”, sostuvo el dirigente.
En declaraciones a NA, García cuestionó, así, el impacto que podría tener en el sector una eventual devaluación de la moneda, después del 10 de diciembre, cuando asuman las nuevas autoridades nacionales.
A su criterio, la actividad importadora “requiere básicamente de previsibilidad, para que podamos acceder a mercadería que, en un 80%, se destina a la producción y a las industrias, incluyendo, claro, las importaciones de combustibles”.
Según el empresario, “hoy en día los importadores no podemos hacer previsiones, porque existen las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI) y, sin ellas, no podemos efectuar las operaciones”.
“Hay que tener en cuenta que sin importaciones, no se pueden traer al país los insumos necesarios” para numerosos sectores, explicó García.
Y recordó que “los importadores estamos sufriendo, además, las consecuencias de haberse reducido drásticamente el monto de dólares que nos asigna por día el Gobierno”.
La semana pasada, el Banco Central redujo de 150 mil a 75 mil dólares el límite que tienen las empresas para comprar divisas sin necesidad de contar con autorización previa.
En aquel momento, la CIRA salió a criticar esa decisión, al advertir que “se generó una alerta en todo el sector importador”.
“En 2012, el monto era de 500 mil dólares. Ahora, apenas 75 mil”, se quejó García.
Y recordó que la entidad alertó que “este tipo de medidas de neto corte coyuntural, pone a las empresas en situaciones cercanas al default comercial, que implican penalidades adicionales, costos de mora por incumplimiento de compromisos asumidos en tiempo y forma, y hasta interrupciones posibles de suministro de materias primas, insumos y bienes críticos para la producción y la población”.
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FUENTE: TERRA