Al día siguiente de las PASO, el lunes 10, el BCRA les comunicó a varias empresas una reducción del 30% en los cupos proyectados de dólares para importar. La decisión tiene conexión con la mayor demanda de dólar “ahorro”, dólar para viajes y los gastos con tarjeta en el exterior. En agosto ya se vendieron u$s 524 millones para dólar “ahorro” y apunta este mes se encamina a superar el récord previo de 680 millones de julio. La venta de dólares para viajes al exterior acumula en el mes cerca de u$s 30 millones, contra los 45 millones, record, de julio. El problema principal del pago de importaciones, argumentan empresarios, es que el Gobierno motoriza el consumo, y ello a su vez aumenta la necesidad de importar. De la demanda agregada, el consumo pasó del 64% en 2006 al 74% que se proyecta para este año. Las exportaciones bajaron del 18% al 10%. Del otro lado, las elecciones juegan su rol: aumentan los pedidos de importación y se retrasan las liquidaciones de exportaciones ante las expectativas de un dólar más elevado con un nuevo Gobierno. Los países emergentes devalúan en su gran mayoría ante la caída de los commodities, aumentando la presión. Brasil, Perú, Chile, México, Colombia, Uruguay y Paraguay, se movieron en ese sentido. Los candidatos prometen la eliminación de las retenciones a las economías regionales y ello también congela las liquidaciones de ese sector. Lo monetario, obviamente, tiene su capítulo principal en la actual situación cambiaria, con el crecimiento del 35% en la cantidad de dinero.
Cruje el Mercosur, otro tema a reflotar, o no, para el próximo Gobierno. Brasil por ahora congeló planes recientes para perforar al bloque. Uruguay hace años que reclama su libertad a la búsqueda de nuevos acuerdos con países o bloques al estilo Chile. “Lo queremos tanto que no nos damos cuenta que se murió, dijo un exsecretario de comercio a este diario ayer en referencia al Mercosur. Paradójicamente se eligen autoridades para el Parlasur, pero no existen facultades delegadas en organismos supranacionales. Si se decide, por ejemplo, que pasajeros del Mercosur tengan un canal especial por migraciones, ello debe ser aprobado en cada país. Lo que se resuelve en el bloque, no es de aplicación automática. Lo mismo sucede para las medidas antidumpíng que en la Unión Europea se aplican a nivel del bloque, y en el Mercosur, se hace por cada país. Comparativamente es asemejable a la Argentina antes de la Constitución de 1853, con las provincias aplicando sus aduanas interiores. Caseros está lejos. Las cláusulas de salvaguardia ni las soluciones de controversias funcionan adecuadamente. Hablar de una moneda común sonaba utópica al momento de su lanzamiento, Ahora más. Hubo intentos en 2009 entre los bancos centrales de la Argentina y Brasil, de la mano de Martín Redrado y Henrique Meirelles, de reemplazar al dólar en el comercio entre los dos países. La desunión hace la fuerza aquí.
