Por Orlando Bareiro
obareiro@lanacion.com.py Referentes del sector exportador nacional coinciden que el actual mecanismo de control de importaciones de los productos a la Argentina, sigue sin mucho avance favorable, pese a que desde diciembre rige el Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI), que reemplazó a las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI) con el objetivo de agilizar y facilitar los controles para el ingreso de mercaderías. Sin embargo, señalaron que las expectativas de mejoras siguen firmes a medida que los actuales representantes del gobierno argentino vayan conociendo más el manejo del nuevo mecanismo. “Esta medida que ha tomado el gobierno del vecino país sigue siendo una traba y es normal. Esto llevará su tiempo hay gente nueva y se está familiarizando con este sistema, pero evidentemente es una traba más”, manifestó Roberto Eguía, empresario exportador del sector textil. En tanto, Sebastián González, vicepresidente de la Cámara Paraguaya de Exportadores (CAPEX), informó que harán un censo con las diferentes empresas que forman parte del gremio para conocer si existe algún tipo de avance con Argentina con la política de comercio exterior de Mauricio Macri. Los resultados se tendrán el próximo jueves. El SIMI se implementa desde la asunción de Macri como presidente de la República, es aplicado solo para empresas, sociedades y grandes importadores de la Argentina. Según la Administración General de Ingresos Públicos (AFIP), este nuevo mecanismo fue creado para evitar demoras a distintos sectores productivos mediante “un procedimiento administrativo de la mayor sencillez y transparencia posible”. EXPECTATIVAS Por su parte, Luis Tavella, vicepresidente de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), sostuvo que no se ha notado una mayor agilidad en los trámites para la exportación, pero “que en unos meses más ya se podrán sacar conclusiones concretas con respecto a este nuevo mecanismo”, sentenció el empresario. Desde el 2011, las exportaciones de confecciones a la Argentina comenzaron a descender por las serias dificultades para las empresas locales para enviar sus productos al país vecino. También, se vieron afectados los sectores maderero, domisanitario, frutihortícola, entre otros. FUENTE: LA NACIÓN PARAGUAY |