En el mercado desembarcarán a partir de estas jornadas las compras de los empresarios que tenían sus trámites retrasadas por la gestión kirchnerista y que recién fueron autorizados a fin de la semana pasada por el nuevo gobierno
Ahora, sin embargo, habrá una mayor presión. En el mercado desembarcarán a partir de estas jornadas las compras de los importadores que tenían sus trámites demorados por el Gobierno anterior y que recién fueron autorizados a fin de la semana pasada. Además, la economía deberá digerir una inyección de $26.000 millones que, de un momento a otro, deberá hacer el Banco Central para compensar (como lo hace todos los días) a quienes compraron contratos baratos de dólar a futuro y aún los mantienen en su poder.
El Ministerio de Desarrollo Productivo, que preside Francisco Cabrera, terminó por aprobar las 36.000 declaraciones juradas anticipadas de importación (DJAI) que estaban pendientes, y que representan en total unos u$s2.000 millones. Una salvedad pone paños fríos sobre esta cifra: la mayoría de estos pedidos fueron hechos por las compañías cuando el dólar oficial se ubicaba entre los $9 y los $9,80, por lo que muchos de ellos no se concretarían con un tipo de cambio más cercano a los $14, como el actual. Cualquiera de estas importaciones podría haberse realizado a este mismo precio a través del ingreso de divisas por contado con liquidación.
Son los últimos días de las polémicas DJAI, que sucumbirán el 31 de diciembre por una decisión del macrismo que está en sintonía con un fallo reciente de la Organización Mundial de Comercio (OMC). Los principales beneficiarios de las nuevas autorizaciones pertenecen a los rubros de metalmecánica, autopartes y medicamentos e insumos médicos. Forman parte de las más de 17.000 posiciones arancelarias que tiene el comercio exterior en la Argentina, y entre las cuales a sólo 1.200 les corresponden licencias no automáticas por considerarse sectores protegidos de la economía local, señala Ámbito Financiero.
SOURCE: IPROFESIONAL