Por Merino Soto
Representantes de los sectores público y privado de los países de América del Sur, avanzaron en el desarrollo de una plataforma para promover los agronegocios en estas naciones, lo cual permitiría desarrollar capacidades e integrarse para hacer frente a mercados más complejos. Su meta principal será generar ventas con valor agregado para empezar a disminuir el envío de commodities.
Bajo la batuta del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), se celebró días atrás en Buenos Aires un encuentro que puede marcar el futuro de lo que puede ser el desarrollo del comercio exterior agrícola para los próximos veinte años.
Se trata de la conformación de una plataforma que buscará ser un instrumento plurinacional que permita intercambiar experiencias, conocimientos y eventualmente lograr acuerdos para el desarrollo del comercio exterior agrícola.
El cual tendrá como eje la agregación de valor a los productos a fin de generar un mayor porcentaje en el precio final del producto en los países de destino.
Para el representante del IICA en Argentina, Gino Buzzetti, “no se debe mirar sólo a China como potencial mercado sino buscar diversificarse en otros países y ese es el rol de esta plataforma. Es decir que dé las pautas a partir de las experiencias de forma tal de no concentrarse en una sola plaza”.
Precisamente de eso se trata, América del Sur, es el continente que puede en el futuro alimentar al resto del mundo.
Con esa visión se generó esta plataforma, como una forma de prepararse a los próximos cambios, conocer la experiencias que cada uno de los países ha tenido y cómo hicieron para pasar de productos básicos a productos mas elaborados, cuáles son las trabas.
Para eso se piensa analizar y estudiar las tendencias y demanda de los países asiáticos donde la autosuficiencia va a ser grande y especialmente el caso del este asiático donde sólo podrá abastecerse un 74% de sus necesidades. Lo que quiere decir que necesitará de alimentos provenientes de otras partes del mundo.
Pero el objetivo de la plataforma también apuntará a entender qué tipo de gestión empresaria está requiriendo la demanda. Es decir, no pasará sólo por la calidad y cantidad del producto a vender sino comprender qué tipo de empresa aspira a encontrar el importador asiático o europeo para cerrar negocios.
Desde ahí es necesario conocer la experiencias que cada uno de los países ha tenido y especialmente cómo han hecho para pasar de vender productos básicos a productos más elaborados, y desde ya saber cuáles son las trabas que permita diseñar el camino correcto para llegar a la góndola.
Para ésto en el primer encuentro se definieron los objetivos, los componentes, las acciones prioritarias y la estrategia de sostenibilidad de la plataforma. Para el IICA, se espera que la iniciativa facilite la articulación de diferentes actores para promover acciones de emprendimiento cooperativo que impulsen el desarrollo tecnológico y la innovación en áreas de interés común.
En las próximas semanas se irán dando una serie de encuentros virtuales que permitan conformar la plataforma de cara a la reunión que será en septiembre del año próximo. Para ese momento deberá estar lista un portal para dar a conocer y establecer una red que funcione normalmente “de acuerdo a lo que los miembros vayan pensando o evaluando como positivo para mantener un flujo más permanente y un intercambio más específico de formas puntual en la medida que se establezca esta relación”, adelantó Buzzetti.
Lo importante es que esta plataforma no tenga un trasfondo de relaciones políticas estables sino que fundamentalmente y como ya se dijo se dé un intercambio de conocimientos y experiencias. Que ese sea el puntapié inicial para abrir una ventana en un nuevo mercado o un potencial nicho. Hoy hay mucho estudio de mercado o de posicionamiento. Quizás el análisis conjunto entre los países del Sur otorguen posiciones comunes o trabajos conjuntos para exportar más y mejor. Hoy hace falta un espacio de conocimiento común, se espera que la red puede terminan con ese desconocimiento.
La ventaja en la diversidad de sus productos
La oferta agrícola de América del Sur seguirá diversas dinámicas dependiendo del país de producción, de la región a exportar y del producto que se trate.
En ese punto, un trabajo presentado por el representante del IICA en EE.UU, Miguel García recalcó la diversidad de la región que no pasa sólo por las materias primas, frutas y hortalizas sino también en productos industrializados, diferenciados, étnicos y de la bioeconomía.
Por otro lado García, rescato que a pesar de que existen algunas preocupaciones sobre la desaceleración del crecimiento en la productividad en la región, América del Sur tiene el potencial para continuar siendo un protagonista importante en la provisión de alimentos.
En ese sentido las fuerzas que determinaran la oferta agrícola de la región responde a la disponibilidad y condición de los recursos naturales.
Sin embargo para mantener su posición en los mercados de exportación, América del Sur debe de dar atención a mejorar su productividad de manera sustentable e incluyente. Esto quiere decir producir alimentos más amigables con el medio ambiente. Un requisito que los países europeos exigen cada vez más.
En el caso argentino, la trazabilidad poco a poco se introduce en el agro como una forma de mostrar el origen del alimento desde que se produce. Una opción que el consumidor valorará y mucho en los próximos años. La etiqueta será la cara visible del producto, éste será un factor decisivo a la hora de elegir el alimento.
Por lo pronto, la plataforma ofrecerá la posibilidad de dar respuesta a todas estas oportunidades y retos.
SOURCE: BAE NEGOCIOS