By Francisco Martirena Auber
Desde ayer, el Gobierno dio inicio a una ronda de reuniones con los sectores sensibles de la industria con el objetivo de aplicar, como ya había garantizado a los empresarios, un conjunto de normas técnicas que derivará en que las importaciones de estos segmentos, directamente, no ingresen al país o lo hagan en un plazo mayor a sesenta días, estipulados por las licencias no automáticas.
En diálogo con BAE Negocios, el presidente de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete, Matías Furió, un hombre ligado a la Unión Industrial Argentina (UIA), reveló que ayer por la tarde mantuvo un encuentro con el subsecretario de Industria, Fernando Grasso; el subsecretario de Comercio, Javier Tizado, y técnicos de estas áreas y del Ministerio de Hacienda y Finanzas. “Se analizaron posibles medidas para, según me aseguró el subsecretario, mantener las fuentes de trabajo”, aseguró Furió, en un contexto mundial de amenaza de las importaciones por los enormes excedentes de producción que circulan.
La estrategia global del Gobierno, publicada por este diario el pasado 23 de diciembre, abarca a las 1.400 posiciones arancelarias que gozan de licencias no automáticas, de acuerdo con el nuevo esquema de administración del comercio exterior que oficializó el Gobierno del presidente Mauricio Macri. La decisión política es monitorear este universo de bienes y “generar mecanismos que impidan el ingreso de un producto a los sesenta días, por eso hablamos de administración del comercio”, agregó Furió.
En los próximas días habrá encuentros con referentes de la industria del calzado, la textil y luego con la cadena del cuero y las autopartes. El Ejecutivo prefiere referirse a “normas técnicas”, aunque en la práctica funcionarán como barreras paraarancelarias, todas ellas aceptadas por la Organización Mundial del Comercio (OMC).
“También se conversó sobre las situaciones de dumping que puedan aparecer, aunque en el caso de los juguetes no hemos tenido este problema”, puntualizó el directivo. Si bien no se abordó en forma específica, habrá fuertes controles a los plásticos que se utilizan para la fabricación de juguetes, como es el caso del temido PVC.
La reunión sirvió, a su vez, para que la cámara presentara a Grasso y Tizado una serie de facturas que demostraron que en las últimas semanas se mantuvieron los precios tanto de juguetes como de las materias primas, a pesar de la devaluación aplicada el pasado 16 de diciembre.
En tanto, 2015 resultó un gran año para el sector, que creció 12% respecto de 2014.
FUENTE: DIARIO BAE