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News
March 15, 2016

THE GOVERNMENT FLEXIBILIZED IMPORTS OF GOODS

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Francisco Jueguen, Emiliano Galli

En tiempos de estancamiento y alta inflación, el Gobierno flexibilizó ayer las importaciones al ampliar el tiempo de vigencia de las licencias no automáticas (LNA) de 90 a 180 días y sumar posiciones a las licencias automáticas (LA) de productos que no se fabrican en el país.

Además, se eliminó una traba para la operatoria de los couriers y los envíos postales. Se trata, dijeron en el Gobierno, de un pequeño cambio que no modifica de fondo los actuales mecanismos, sino que está pensado para los insumos críticos para la producción y no para el régimen puerta a puerta. Para que efectivamente lleguen los cambios prometidos en ese segmento falta aún una reglamentación de las Secretaría de Comercio y de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Por eso sigue -por ahora- la necesidad de llenar la declaración jurada a través del formulario 4550 en la página del organismo para las compras particulares destinadas a consumo personal por Internet.

“Esta medida permite acelerar y simplificar las pequeñas operaciones realizadas vía courier, que en muchos casos son críticas para la producción, dado que en general involucran insumos críticos, piezas o repuestos de maquinarias, y que representan un volumen mínimo del comercio”, describieron en el Ministerio de Producción ante la consulta de LA NACION.

A través de la resolución 32/16, el Gobierno modificó el Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI) y quitó el requisito de tramitar la licencia previa a un amplio listado de productos que no se fabrican en el país, entre ellos alambre de cobre, bombas y herramientas neumáticas, determinados tipos de ventiladores, insumos para telefonía e informática, motos de alta cilindrada e insumos médicos. Éstos pasan a regirse por el régimen de licencias automáticas.

Por otro lado, el Ministerio anunció que sumó algunos productos, considerados sensibles, bajo el paraguas de las LNA. Allí quedaron una serie de productos derivados químicos, de madera y caucho; ciertas máquinas y materiales eléctricos, automóviles y partes, laminados, tubos y perfiles de hierro y acero, entre otros.

La ampliación del plazo de validez del trámite de 90 a 180 días responde a un reclamo del sector privado que pedía mayor automaticidad en el pedido de permisos y que los tiempos fueran más acordes con la realidad comercial de las operaciones de comercio exterior.

“Celebramos esta tendencia a la corrección”, afirmó a LA NACION Miguel Ponce, director del Centro de Estudios para el Comercio Exterior, y agregó: “Esto no alcanza, no es suficiente, porque necesitamos que todo aquello que no sea fabricado en el país pueda ser excluido del régimen, pero de manera automática”.

Un punto que causó confusión se refirió a una parte del texto de la resolución que señala que “por la propia naturaleza de la operatoria de courier y de envíos postales, resulta conveniente exceptuar a las mercaderías importadas de lo dispuesto por la resolución 5/15”, es decir, de las licencias no automáticas. Justamente, a partir de la publicación de esta norma, ninguna importación que ingrese bajo este régimen deberá tramitar licencias no automáticas (algo que sólo requerían algunos productos, generalmente los no destinados a consumo personal).

“Se trata de una muy buena medida”, sostuvo Rubén García, secretario de la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA). El ejecutivo destacó el buen diálogo con el Gobierno, pero también pidió mejorar la “automaticidad” de las LNA. Estas licencias fueron reintroducidas en reemplazo de las declaraciones juradas anticipadas de importación (DJAI), luego de un fallo desfavorable para la Argentina en el órgano de solución de controversias de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Tienen un fin estadístico y un plazo máximo de 60 días para ser entregadas al operador.

SOURCE: THE NATION