Mauricio Macri abrazó ayer a su par de Uruguay, Tabaré Vázquez, con el objetivo de dejar atrás el vínculo bilateral tenso que persistió durante el kirchnerismo. En esa línea, y tras mantener un encuentro con su par oriental, el Presidente anunció dos medidas muy celebradas por los charrúas: que importará gas del país vecino y que levantará la prohibición que fijó Cristina Fernández contra el transbordo de barcos argentinos en el puerto de Montevideo.
La residencia de Anchorena fue el escenario del encuentro entre los dos mandatarios. Vázquez, quien en su primera presidencia nunca mantuvo una bilateral con Néstor Kirchner, gestó el almuerzo de ayer antes de que asuma Macri.
El presidente aterrizó poco antes de las 13 en el predio de la estancia Anchorena, a 25 kilómetros de la ciudad de Colonia. Llegó en helicóptero acompañado por el jefe de Gabinete, Marcos Peña; la canciller Susana Malcorra; el titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó; y el asesor en Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo; mientras que los esperaba en el chateaux presidencial el embajador designado, Guillermo Montenegro.
Tras un ritual de la guardia de granaderos orientales, Macri tuvo un breve encuentro a solas y luego arrancó un almuerzo del que participó la comitiva argentina junto al canciller uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, y el embajador en nuestro país, Héctor Lescano.
La reunión fue fructífera para Uruguay, a tal punto que Vázquez se paró ante los medios con una sonrisa. Allí agradeció a Macri “por contemplar a Uruguay para que sea el primer país que visita en ejercicio de su presidencia”. El primer anuncio importante quedó en manos de Vázquez quien afirmó que avanzaron “sustancialmente sobre la producción energética que hará Uruguay de gas natural, regasificando gas licuado y Argentina va a comprar el gas, que en un año aproximadamente va a estar en condiciones”.
Más allá del guiño a Uruguay, Macri quiere evitar la dependencia al gas que el país importa principalmente desde Bolivia. En Casa Rosada no cayó nada bien la carta que envió el ministro de Economía de ese país, Luis Arce, reclamando u$s 300 millones de deuda. Tras ese reclamo, Macri no sólo quiere importar gas desde Uruguay, sino que también estudia ingresar este fluido desde Chile, por el norte argentino.
Por su parte, el presidente siguió con su avanzada contra medidas del kirchnerismo y anunció que firmó una resolución por la cual deja sin efecto “un decreto no muy feliz” que prohibió los transbordos marítimos de Argentina en los puertos de Uruguay. Así se diferenció de una medida que impuso en 2013 la ex presidenta Cristina Fernández y que afectó comercialmente país vecino, a tal punto que tensó la relación. “Desde que llegué a Uruguay, de lo que más me hablaban era de ese decreto porque les había fundido el Puerto de Montevideo”, confesó uno de los funcionarios argentinos. Tal como señaló El Cronista ayer, este era el objetivo principal de Vázquez.
Otro de los puntos tratados en la reunión, y destacado por la canciller Malcorra, fue que ambos gobiernos trabajarán en conjunto en el monitoreo medioambiental del río Uruguay y espacios comunes. Pese a las coincidencias, no hubo anuncios respecto a estudios medioambientales de la ex papelera Botnia (hoy UPM) y, sorpresivamente, levantaron la conferencia de prensa prevista, en la que los periodistas podían preguntar sobre el conflicto que tensó la cuerda entre los dos países.
FUENTE: CRONISTA