Sin embargo, el informe se muestra crítico respecto a la política económica del Gobierno nacional, señalando que “centró su atención en aquellos mercados cuyos funcionamientos perjudicaban el crecimiento“.
“Aunque el cambiario era el que mayores y más urgentes transformaciones requería, la política comercial no estaba exenta. Por ende, el fin del cepo no sólo fue cambiario, sino también importador: a fines de 2015 se sustituyeron las DJAI por el Sistema de Monitoreo de Importaciones (SIMI) que cumple las regulaciones internacionales de la OMC. Pese al contexto recesivo, las importaciones crecieron el año pasado“, señala el documento.
La situación es aún más compleja si se tienen en cuenta los pilares del repunte de las cantidades importadas de bienes: el año pasado los vehículos treparon 38,5% y los bienes de consumo crecieron 17,1%. En algunos sectores beneficiados por la protección de las DAJI el salto de las importaciones fue aún mayor. Por las bajas bases de comparación, calzado, indumentaria y juguetes crecieron 21%, 34% y 35% en volúmenes durante 2016.
FUENTE: ÁMBITO