Las entidades empresarias hicieron un balance de lo que fue el año 2016, en el cual destacaron los cambios en política económica introducidos por el nuevo gobierno, y manifestaron a Télam su deseo de que, en el 2017, el país retome la senda de crecimiento, luego del sinceramiento de las diferentes variables de la economía.
En este marco, aseguró estar “convencido de que las expectativas para lo que viene son alentadoras”, y subrayó que “para el año próximo la tendencia es positiva con mejoras en la inversión, ventas, exportaciones y empleo. Hay una mayor proporción de empresas dispuestas a invertir”.
El presidente del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), Mario Lalla, evaluó que “la Argentina enfrentará un entorno moderadamente adverso, tanto en el plano del comercio cuanto en el financiero”, no obstante lo cual indicó que “hay espacio para que el país, que viene experimentando una contracción de su economía, particularmente en el sector manufacturero, crezca en 2017 alrededor del 2,5% anual”.
“El crecimiento estaría liderado por la exportación y por la inversión -en particular la pública- acompañando el consumo, que aumentaría en el orden de 2,4%. Un cálculo realista ubica a la inflación en el orden de 22%, significativamente menor a la de 2016 pero por encima de la meta oficial de 17%, que parece optimista. Un factor crucial será el resultado de las negociaciones salariales, dado que si se plantea una recuperación de toda la pérdida, el impacto sobre los costos laborales será significativo”, estimó Lalla.
El director ejecutivo de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (AmCham), Alejandro Díaz, subrayó que el país “está entrando en un fuerte proceso de transformación, de cambio complejo, que requiere políticas de Estado de largo plazo y del consenso de las distintas fuerzas políticas en pos del diseño de un país republicano y federal”.
A su criterio, “la inversión va a ir fluyendo en la medida en que se vayan concretando reformas”, y concluyó que “un cambio estructural no puede ser evaluado en tan sólo 12 meses: se requiere un largo camino para establecer acuerdos políticos sustentables en función de futuras políticas de Estado, y una sociedad que de alguna manera convalide y esté dispuesta a aceptar sacrificios de corto plazo e inclusive en contra de sus intereses personales en pos de un objetivo común y superador”.
El presidente de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), Jorge Di Fiori, evaluó que “este ha sido un año de dificultades para el sector, en buena parte producto de las necesarias correcciones macroeconómicas encaradas por el actual Gobierno y de un contexto internacional poco favorable”.
“En los últimos meses vislumbramos algunos indicios que invitan a pensar en una recuperación. Para el próximo año, esperamos un crecimiento del nivel de actividad y una consolidación de la baja de la inflación. En este contexto, confiamos en que se concretarán diversas inversiones”, afirmó Di Fiori.
El presidente de la Cámara de Comercio Argentino-Británica, Julián Rooney, destacó que en 2016 aparecieron “señales de optimismo en la comunidad de negocios”, y opinó que “la nueva situación de la Argentina y las posibilidades que se le abren frente al mundo, son escenario propicio para el desarrollo de nuevas inversiones y el aumento de las transacciones comerciales entre ambos países en distintos negocios y actividades”.
“Uno de nuestros principales objetivos el año próximo será reposicionar la inversión británica en la Argentina, para aprovechar la coyuntura y las posibilidades de inversión, frente a las nuevas perspectivas que ofrece el país”, subrayó Rooney.
El presidente de la Cámara de Comercio e Industria Argentino Australiana (AusCham), Diego Témperley, consideró que “fue un año auspicioso”, y destacó la reciente conformación de la institución bilateral.
“En 2017, continuaremos desarrollando actividades tendientes al acercamiento de actores multisectoriales privados y públicos, con el objetivo de promover un mejor entendimiento y la profundización del vínculo comercial e industrial entre ambos países, que, a pesar de la distancia entre ellos, comparten numerosas características, similitudes e intereses”, afirmó Témperley.